Con esto metido en la cabeza de las jugadoras, la actitud de todas y cada una de las que disputaron el partido, fue derrotista. La primera parte, las sensaciones eran de dejarse ir. De no luchar. De dejar que Oviedo se pasease por la pista y acabase el partido rápido. 

Todo cambió después del descanso. Oviedo era superior, si. Pero no íbamos a dejar que ganase tan fácil como en la copa. 

Conseguimos ponerles contra la pared. Jugando a lo que nos gusta. Siendo agresivas en las líneas de pase, corriendo contraataque y, si el rival nos paraba, jugando libre, con un alto ritmo y sin miedo al rival.

Con esto, conseguimos reducir la ventaja. Es verdad que reducirla en 20 puntos suena a broma, pero para nosotros fue ver que Oviedo también tiene problemas cuando se les juega de tú a tú. 

Dicho esto, Sabemos cual es el límite. Sabemos que Oviedo vino con alguna baja, pero este partido nos sirve para mirar un poquito más arriba y quitarnos ese miedo a un equipo que a día de hoy, es tan superior a nosotros. 

Seguiremos trabajando y esforzándonos día a día para llegar a nuestro límite. 

Como siempre, le damos la enhorabuena al rival y le deseamos toda la suerte del mundo este año.